La alquimia de la cocina

Hoy estoy prolífico (basta tener mucho trabajo para estar prolífico) y quería contaros también una de mis últimas aficiones, la cocina.

Siempre me gustó hacer un poco el tonto en la cocina, pero hasta hace poco me había limitado bastante, poner cosas extra encima de las pizzas congeladas o hacer mi propia salsa de tomate para los macarrones. Pero últimamente le estoy cogiendo bastante gusto a cocinar, y le he dado unas vueltas al por qué de este nuevo vicio.

Primero, me gusta ese punto intermedio que se gasta la cocina entre la química y el arte. Sí, a veces hay que medir y ser preciso, y otras vale improvisar y echarle lo que se te ocurra a las lentejas en la inspiración del momento. Vale seguir recetas y también vale inventar. Tiene mucho de ciencia, pero es una ciencia que también viene instintiva, podemos calcular la temperatura a la que el huevo cuaja, o freir un huevo sin preocuparnos de la realidad que va por detrás.

Aparte de eso, otra ventaja es que salen cosas ricas. Sí, te diviertes haciéndolas, y creo que no hay nada mejor en el mundo que hacer muffins con tu pareja, mano a mano en la cocina, pero además cuando acabas, tienes unos muffins que comerte. Te sale barato y delicioso, y en el fondo no quita tanto tiempo como podría parecer. Además, el pasar un rato el fin de semana horneando los desayunos de la semana siguiente es sorprendentemente satisfactorio.

Tercer punto en este tema es que es una habilidad bastante útil. Uno puede aprender a hacer filigranas con el skateboard, o a hacer surf, pero son cosas que uno hará un tiempo y luego ya no. En cambio, comer es algo que vas a hacer hasta que te mueras, con lo que es más fácil sacarle rendimiento a los conocimientos culinarios adquiridos.

Últimamente he estado depurando mi técnica hamburguesil, haciendo el pan, el queso, y afinando otros detalles. También he andado experimentando con potajes de legumbres y con sopas de calabaza, y ahora ando atraído hacia la comida asiática.

Quizá os encontreis con algún que otro post sobre cocina en este mi blog, considerando el vicio que tengo, y que no parece que se me pase de momento. Avisados quedais.

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8 comentarios en “La alquimia de la cocina”

  1. ladyrugionaria Says:

    A mí me encanta que te guste cocinar, lo pasamos teta siempre que nos ponemos a hacer recetas juntos :D

  2. mortiziia Says:

    Esperaré con ganas las entradas. Yo también estoy en la fase de experimentación de la comida asiática – en el sentido más amplio de asiático, desde el Líbano hasta Japón. Las koftas, masoor dal y salteados de pollo chinorri con arroz son ya tan parte de mi repertorio diario como los garbanzos con bacalao en el de mi madre.

  3. Bea Says:

    ¿Haces tu propio queso? ¿Qué queso?

  4. Aloisius Says:

    Morti, te veo en un estado bastante más avanzado que el mío, si se te achinan los ojos, avisa.

    Bea, en realidad es «queso» americano, que hago con cheddar, leche y gelatina (entre otras cosas), que no es propiamente queso, pero es el que tienen que llevar las hamburguesas.

  5. ElGekoNegro Says:

    Es que Bea sabe ordeñar ubres. Y TAL.

  6. Bea Says:

    Geko, y también hago queso del de verdad, pero en sitios para hacer queso, con su cuba y su pasteurizadora de leche… Lo que tiene todo el mundo en el salón ¿no?

    Alo, ah, eso me da más igual.

  7. Harad Says:

    Para mí es horriblemente frustrante dedicar más tiempo a cocinar algo que a comérmelo, y como bastante rápido.

  8. Ellohir Says:

    A mí me da pereza cocinar para uno. ¿Tanto rollo para algo que me como en cinco minutos? Ni de coña.

    Sin embargo cocinar para más gente no me importa, probablemente porque me gusta agradar a los demás con mi trabajo xD


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